Colombia necesita un nuevo Gobierno Democratico

02/01/2003

Saludo de Fin de Año de las FARC-EP

Oponer al Gobierno ilegà­timo de Uribe un nuevo Gobierno de Paz

Saludo de fin de año de las FARC-EP:

Las FARC-EP saludan al pueblo colombiano con motivo del nuevo año 2003 y de la finalizacià³n del 2002 que deja una gran carga de frustraciones para nuestro pueblo porque el Gobierno de Ílvaro Uribe representa los intereses del latifundismo ganadero, de los grandes grupos econà³micos nacionales, del capital financiero internacional liderado por el FMI y de la organizacià³n mundial del comercio para beneficio de la estrategia intervencionista de los EE.UU de Norte Amà©rica y por ello, todas sus decisiones lesionan los intereses populares.

El Rà©gimen polà­tico del paà­s en cabeza de Uribe Và©lez, progresivamente se manifiesta como una dictadura civil que borra las fronteras entre los diferentes poderes del Estado apoyada en la Conmocià³n Interior, en una fiscalà­a al servicio abierto de la estrategia paramilitar, en un parlamento sometido bajo el garrote de la revocatoria al igual que en una rama jurisdiccional ya amenazada con una reforma judicial, en unos medios de comunicacià³n defensores de la causa uribista y en una fuerza pública desbocada por los rà­os de dinero que manejan para la sangrienta cacerà­a de brujas emprendida desde el 7 de agosto pasado y de la que es victima principal la poblacià³n civil popular.

Tras el aparatoso despliegue militar, los empalagosos elogios de los medios al Presidente y la aristocrática arrogancia del Ministro del Interior, va quedando claro lo siguiente:


1. Las medidas econà³micas de este Gobierno como la reforma tributaria, la reforma laboral y el rà©gimen de pensiones, afectan principalmente a los sectores medios y pobres del paà­s porque asà­ lo exige el Fondo Monetario Internacional. Los grandes financieros colombianos y las trasnacionales tendrán aseguradas sus ganancias porque el neoliberalismo continua siendo la carta de navegacià³n del Estado y el ingreso al ALCA, su estrategia.

La minorà­a gobernante aumenta sin medida la deuda pública interna y externa para incrementar el gasto de guerra y para pagar los favores a la clase politiquera a travà©s de la corrupcià³n administrativa, debiendo cancelar el Estado el prà³ximo año como pago por el servicio de la deuda $ 25.4 billones o sea el 37.8 % del presupuesto nacional, mientras descarga sobre el pueblo todo el peso de la crisis y lo asfixia con nuevos impuestos.

2. La ingerencia imperial del Gobierno de los Estados Unidos de Norte Amà©rica en Colombia es cada vez mayor. Los dà³lares "de ayuda" y la maquinaria de guerra regalada seguirán aumentando, en tanto sus à³rdenes continúen siendo acatadas por este Gobierno arrodillado e indigno del que los gringos conocen su pasado mafioso, pese a lo cual cultivan con el estrechas relaciones en contra và­a de su propia polà­tica de no dialogar con personajes ligados a las mafias, precisamente para poderlo manipular.

3. La economà­a agraria continuará hundià©ndose, más ahora que Estados Unidos prohibià³ la elevacià³n de nuestros aranceles aduaneros. Hommes, Echeverri Correa y los ministros Botero y Junguito son garantà­a del continuismo neoliberal desarrollado en Colombia desde la presidencia de Cesar Gaviria.

4. El referendo aprobado, es esencialmente un catalogo de la pequeña mecánica polà­tica que pretende legitimar la dictadura e impedir el surgimiento de nuevas alternativas polà­ticas cuando la situacià³n del paà­s reclama la dimensià³n de una Asamblea Constituyente que nos unifique a los colombianos.

5. La estrategia paramilitar del Estado sigue adelante llevando el terror a los sectores que luchan por mejores condiciones de vida. Este Gobierno como sus antecesores, continúa desarrollándola con la reglamentacià³n de las zonas de guerra, la red de sapos encapuchados, los soldados campesinos o nuevas Convivir y abriendo las puertas de la nueva institucionalidad al sicariato paramilitar facilitándole los clubes del Norte de Bogotá para sus reuniones con jefes polà­ticos y empresariales sin que ninguna autoridad los incomode.

6. El desespero estatal por integrar más sectores de la poblacià³n civil a la confrontacià³n ofreciendo dinero estimula al sicariato, alienta al mercenarismo y fomenta el fraccionamiento de una sociedad que ve ahondar sus abismos alrededor del enriquecimiento fácil aunque sea là­cito. La moral del "todo hombre tiene su precio" edifica la à©tica de la insolidaridad y la traicià³n.

7. El desempleo, las altas y crecientes tarifas de los servicios públicos, la liquidacià³n persistente del sistema nacional de salud, la contraccià³n de la propiedad agraria y el elevado costo de la vida, lanzaron a nuevos sectores sociales del paà­s a la pobreza absoluta. Los anunciados planes oficiales por oligárquicos, no van a impedir el desastre ya sucedido en paà­ses hermanos de Amà©rica Latina.

8. La eleccià³n como Presidente del señor Uribe Và©lez es resultado de una campaña violenta de intimidacià³n y chantaje paramilitar, de trampas y sobornos, de manipulacià³n de las urnas por parte de los jurados y testigos, de dinero mafioso que corrià³ a rà­os por diferentes zonas del paà­s, pese a lo cual, solo alcanzo el 25% del potencial electoral, con una abstencià³n general del 56% siendo por tanto un Gobierno de minorà­as y en consecuencia ilegà­timo.


Pero la ilegitimidad de este Rà©gimen uribista lo refuerza su propio ejercicio del poder puesto al servicio de los odios, la retaliacià³n y la guerra; incapaz de dar pasos ciertos a favor de la reconciliacià³n; hacedor cotidiano de nuevos espacios de confrontacià³n fratricida que se obsesiona por empujar a más sectores a la hoguera de esta vorágine sangrienta; incapaz de exponer una estrategia de paz seria, creà­ble, posible; que ha dado la espalda a los prisioneros de guerra del propio Estado abandonándolos a su suerte y le miente a sus familiares; que alienta la farsa de un proceso de diálogos con el paramilitarismo su hijo bastardo, al que amamanta, instruye, financia y protege, buscando avanzar en la conformacià³n de su propio partido fascista.


Refuerza su ilegitimidad un Rà©gimen que olà­mpicamente delega en el Secretario General de la ONU los acercamientos para la búsqueda de la paz con las FARC-EP, cuando todos sabemos que la voluntad y la decisià³n de alcanzar la paz por las và­as del diálogo son indelegables y que la contribucià³n de la comunidad internacional debe ser fruto de los acuerdos y no de la imposicià³n.


Uribe acrecienta su ilegitimidad con su humillante y permanente asentimiento a las à³rdenes coloniales de los altos funcionarios del Pentágono y del Departamento de Estado gringo.

9. La salida a la grave crisis que sufre Colombia reclama un contenido profundamente anti-oligárquico y es por ello que estamos convocando a los sectores sociales, fuerzas, movimientos y colombianos opuestos al fascismo de Uribe Và©lez, a la conformacià³n de un Gobierno Democrático y anti-neoliberal, que con un programa de paz se constituya en poder alterno para conducir al paà­s por los caminos de la esperanza, la soberanà­a y la justicia social.

Este nuevo Gobierno, estará integrado por 12 colombianos representantes de todas las regiones del paà­s y todos los sectores que se identifiquen con la Plataforma de 10 puntos para una nueva Colombia y que en principio adelantará su actividad clandestina mientras logra la fuerza para desarrollarla de cara a todo el paà­s.

Convocamos al pueblo en el año 2003 a incrementar sus movilizaciones por democracia y mejores condiciones de vida, a organizarse abierta o clandestinamente para enfrentar al fascismo uribista. Convocamos a fortalecer el Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia y a construir el Nuevo Gobierno que defienda la Soberanà­a Nacional, legisle buscando el bienestar de las mayorà­as y reconcilie la familia colombiana teniendo como soporte la justicia social porque el destino de nuestra patria no puede ser la guerra civil a que nos lleva el Rà©gimen de Uribe Và©lez.

Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP
Montañas de Colombia, diciembre 23de 2002