Un espacio de reflexión para los revolucionarios del mundo

24/08/2002

Saludos del ELN al Campo Antiimperialista de Assisi

Compañeros y Compañeras
Asistentes al Campo Antiimperialista
Asà­s, 07-08-2002

Ante la imposibilidad de estar con ustedes compartiendo este momento, queremos enviarles desde nuestro Paà­s Colombia, que hoy vive uno de los momentos más dramáticos e importantes de su historia, nuestro más caluroso saludo.

Deseamos que este espacio de reflexià³n conjunta sirva para que los revolucionarios de todo el mundo podamos estrechar los và­nculos de solidaridad y dotarnos de nuevas herramientas y là­neas de accià³n que permitan asumir los desafà­os que hoy la realidad nos impone. Ahora cuando asistimos en todo el mundo a una violenta ofensiva por parte del imperialismo contra todo lo de "izquierda" o mejor contra todo aquello que va contra el orden establecido por el capital, creemos importante que en cada una de las partes, sin sectarismos y en medio del debate franco y abierto, se construyan caminos que permitan acrecentar la legitimidad de la lucha revolucionaria, dinamizando el protagonismo de aquellos sectores que claman por cambios sustanciales en su acontecer diario.

El capitalismo, en su afán desmedido de acumulacià³n privada, ha acelerado los procesos de explotacià³n humana y de la naturaleza, ha incrementado la discriminacià³n y la intolerancia, impidiendo la plena realizacià³n de las personas y la existencia de varios pueblos, y ha colocado en serio riesgo la continuidad de la vida en el planeta.
La construccià³n del socialismo y de una à©tica solidaria donde las potencialidades individuales se complementan y realizan en una dinámica social se convierte en una necesidad histà³rica. Para ello es necesario que desde nuestras organizaciones, partidos, grupos y movimientos profundicemos los lazos de solidaridad y de intercambio de experiencias haciendo que la actualizacià³n de la teorà­a revolucionaria y las practicas de trabajo nos permitan asimilar las nuevas dinámicas y las diversas experiencias de la construccià³n socialista.

Valoramos muy positivamente que en este evento en el que se reúnen internacionalistas y luchadores polà­ticos y sociales de todo el mundo se halla abierto un espacio para discutir la situacià³n de los pueblos de Amà©rica Latina seriamente amenazados por la estrategia de rehegemonizacià³n gringa, que con la colaboracià³n del FMI, las trasnacionales y las burguesà­as nacionales, pretenden destruir nuestros paà­ses, acabar con los pocos niveles de soberanà­a existentes y aumentar la miseria que padecemos millones de personas en el continente.

El ALCA, el Plan Puebla-Panamá, el Plan Colombia, la Iniciativa Regional Andina, los planes de desestabilizacià³n de Venezuela y de los Paà­ses del Cono Sur y las iniciativas intervensionistas en Colombia exigen de todos nosotros un mayor compromiso en la lucha. El futuro de nuestros paà­ses latinoamericanos no puede seguir construyendo en funcià³n de intereses ajenos a los de nuestros pueblos.
Hacemos un llamado a que unamos nuestros esfuerzos a los de otros pueblos que en Ífrica, en Europa y Asia luchan contra el imperialismo.
Desde Colombia queremos reiterarles que el ELN continuará firme en la lucha por construir una patria mejor. Enfrentaremos con decisià³n y sin claudicacià³n al nuevo gobierno que bajo el pretexto de garantizar la seguridad y lograr la paz implementará un rà©gimen totalitario, policivo y guerrerista que continuará utilizando la violencia polà­tica para truncar las posibilidades de cambios reales en el paà­s.
Nos reafirmamos en nuestro propà³sito de que en Colombia la paz sà³lo será posible si se resuelven las causas estructurales del conflicto. Mientras no se resuelvan el conflicto social, polà­tico, econà³mico y se garanticen de manera integral los derechos humanos de la mayorà­a de la nacià³n, no se resolverá el conflicto armado.
Para terminar unimos nuestra voz guerrillera, a la de los pueblos y las minorà­as oprimidas en todo el mundo; a la de los campesinos, obreros, mujeres, jà³venes, estudiantes, grupos à©tnicos, desempleados, refugiados y a la de todos aquellos que hoy luchan por vivir con dignidad. Estamos seguros que deben ser los propios pueblos de manera soberana los que construyan su propio futuro y definan el tipo de paà­s en el que quieren vivir.

Fraternalmente
Ramiro Vargas
Comando Central ELN - Colombia