México: Rebeldà­a y Represión en Oaxaca

09/12/2006

Un reportaje de Oralba Castillo Nájera desde Mà©xico
El asesinato del periodista Bradley Will, de Indymedia, el 27 de octubre, fue pretexto para enviar a Oaxaca a la Policà­a Federal Preventiva (PFP). El dà­a de su arribo tres personas fueron asesinadas, incluyendo a un muchacho de 14 años; cientos fueron desaparecidos, más de 80 presos, a pesar de lo cual el, entonces, Secretario de Gobernacià³n declarà³ que el saldo era "blanco", adujo que la PFP habà­a llevado "orden" y "tranquilidad" a Oaxaca.

El campamento de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO ), ubicado en el zà³calo, desde el 17 de junio, fue desmantelado. No asà­ las barricadas que resistieron semanas despuà©s de la ocupacià³n.

La presencia de la policà­a polà­tico militar (PFP), es un respaldo al gobernador Ulises Ruiz, cacique del PRI, cuya destitucià³n es demanda central del movimiento popular. De esta manera se amarrà³ la alianza entre el PAN y el PRI, ofreciendo este último apoyo al primero, para garantizar la toma de posesià³n del espurio presidente Felipe Calderà³n. Se temà­a no pudiera lograrlo, por las amenazas del movimiento de Là³pez Obrador, ungido en la plaza pública, como "presidente legitimo" el 20 de noviembre. El evento fue acompañado por un millà³n de personas, que acusaron a Fox de "traidor de la democracia" y a Felipe Calderà³n (nuevo presidente) de "usurpador". Afirmaron no permitir que en la Cámara de Diputados, como lo establece la Constitucià³n, se realizara el rito de cambio de poderes presidenciales, fijado para el 1 de diciembre.

El PAN, partido en el poder desde 2000, debilitado polà­tica y moralmente, con una fuerte crisis institucional, se alià³ al PRI ofrecià©ndole sostener, a costa de la matanza de oaxaqueños, la permanencia de Ulises Ruiz como gobernador en Oaxaca.

A partir de la invasià³n de la PFP, se instaurà³ en Oaxaca el estado de sitio. La Universidad Autà³noma Benito Juárez se convirtià³ en bastià³n de resistencia. En sus instalaciones nacià³ Radio Universidad que informà³ y enlazà³ a la poblacià³n agredida y perseguida por la invasià³n. Radio Universidad, ejemplo de comunicacià³n popular, permitià³ resistir y cohesionar al movimiento en momentos de alta tensià³n social.

El 2 de noviembre se dio un enfrentamiento entre la PFP aliada con grupos de provocadores, sicarios y paramilitares pagados por el PRI de Ulises Ruiz en contra del pueblo. La represià³n se concentrà³ en la Universidad. Los represores se encontraron con una resistencia fuerte y organizada. A los estudiantes se unieron, gracias al llamado de Radio Universidad, cientos de compañeros de la APPO que obligaron a replegarse a la PFP, lo mismo ocurrià³ en calles y avenidas dà³nde el pueblo con resorteras, bombas molotov, piedras y palos repelià³ el avance de la policà­a. Con este triunfo, se repetà­a lo ocurrido el 14 de junio, cuando el pueblo hizo huir a la policà­a estatal que los atacà³ con gases lacrimà³genos, contando con el apoyo de helicà³pteros de la Marina de Guerra.

La presencia de la PFP puso en estado de sitio a Oaxaca. Las leyes se quebraron para dar paso a la intimidacià³n: amenazas, encarcelamientos, golpes, desaparecidos y muertos. A l0 dà­as de haberse instalado en el zà³calo de la cuidad, la policà­a violà³ a una mujer, varios comercios fueron robados, calles y plazas fueron usadas como excusado por la PFP.

Los dà­as 10, 11 y 12 de noviembre, a pesar del estado de excepcià³n, se llevà³ a cabo el Congreso Constitutivo de la APPO, paso decisivo hacia la construccià³n de su estructura organizativa, estatutos, principios, planes de lucha. Asistieron grupos indà­genas, (En Oaxaca el 80% de la poblacià³n es indà­gena), cuya participacià³n enriquecià³ el movimiento, caracterizado por estar organizado con formas comunitarias ancestrales, direccià³n colectiva (200 delegados en la direccià³n colectiva), asambleas autà³nomas sustentadas en el ejercicio del poder popular.

Entre las tácticas sucias que usa Ulises Ruiz es la apertura de Radio Ciudadana, desde la cual se llama al linchamiento, denuncia, persecucià³n de miembros de la APPO, a quienes criminalizan, azuzando el odio de la poblacià³n. Además sumà³ a la PFP, sicarios, paramilitares y policà­as estatales instaurando el terror en la zona.

La ineptitud polà­tica del Estado amafà­ado con el Consejo Coordinador Empresarial, la Iglesia Jerárquica, las trasnacionales, el narcotráfico, han demostrado, hasta ahora, incapacidad para solucionar la crisis por và­as polà­ticas, de allà­ que apuesten al uso desmedido de la fuerza represiva. La mano dura se fortalece, como respuesta a la debilidad en que se sustenta la ilegitimidad de las instituciones oficiales, evidenciadas a partir del fraude electoral.

La mano dura contra los movimientos sociales se manifestà³ de manera alarmante en los últimos meses del gobierno de Vicente Fox. En febrero se llevà³ a cabo un operativo policiaco contra la huelga de los mineros de Sicartsa en Michoacán, dejando dos compañeros asesinados. En mayo, se dio la toma violenta de San Salvador Atenco, dos jà³venes perdieron la vida, 207 personas cayeron presos, 47 mujeres fueron violadas en el trayecto de San Salvador a la cárcel de Santiaguito. Siguen en prisià³n 30 compañeros, entre ellos el là­der del Movimiento por Defensa de la Tierra, Ignacio del Valle. Cinco compañeros extranjeros fueron deportados con impunidad y violacià³n fragante a los derechos humanos.

El 25 de noviembre Ulises Ruiz infiltrà³ a sicarios dentro de la marcha de la APPO, los provocadores justificaron la brutalidad de la PFP. Hubo 300 detenidos, 20 desaparecidos, cientos de heridos, allanamientos de moradas, saqueos, quema de edificios públicos, con el objetivo de desaparecer documentos, para beneficiar al odiado gobernador.

A partir de ese dà­a, los miembros de la APPO fueron considerados subversivos, sus miembros criminalizados y al movimiento social se le catalogà³ de alta peligrosidad. Los là­deres visibles del movimiento tienen orden de aprehensià³n, Radio Ciudadana ofrece un millà³n de pesos a quien los entregue.

A pesar de la situacià³n, se realizà³ una reunià³n indà­gena en la ciudad de Oaxaca logrando acuerdos para continuar con la lucha. La iglesia de los pobres, con tradicià³n en Mà©xico, ha expresado su apoyo al movimiento, denunciando la barbarie del 25 de noviembre.

De los detenidos, ese dà­a, 141 fueron encadenados y enviados a cárceles de Nayarit, situacià³n violatoria de los derechos humanos. La distancia pone obstáculos a los familiares para verlos. Sà³lo 34 han podido ser visitados. Todos fueron torturados y se encuentran incomunicados.

Infinidad de organizaciones de Derechos Humanos nacionales e internacionales han dado cuenta de la impunidad y exigido justicia para los encarcelados, presentacià³n con vida de los desaparecidos y cese de la persecucià³n. La última informacià³n es que exigen hasta 4 millones de pesos, por cada uno, para su liberacià³n. Una infamia y burla.

La situacià³n de excepcià³n en Oaxaca se exacerbà³ dà­as antes de la toma de posesià³n del nuevo presidente Felipe Calderà³n. Paralelamente a ello, la Convencià³n Nacional Democrática y el Partido de la Revolucià³n Democrática que encabeza Andrà©s Manuel Là³pez Obrador, organizan un movimiento en contra del fraude y desconoce al presidente espurio. La Cámara de Diputados, sede del cambio de mandato presidencial, fue tomada por el PRD, quienes cerraron puertas para evitar la llegada de los presidentes saliente y entrante, sin embargo fueron derrotados. La Cámara fue rodeada por la PFP, en un operativo contundente y amenazador. Diversas zonas de la Ciudad de Mà©xico tambià©n fueron sitiadas, haciendo evidente la ocupacià³n militar. Sorpresivamente, en cuatro minutos Calderà³n tomà³ protesta y abandonà³ el lugar custodiado por policà­as vestidos de civil.

En el zà³calo medio millà³n de personas protestaron contra el fraude y la usurpacià³n. Là³pez Obrador encabezà³ una marcha que se detuvo ante el despliegue represivo de la PFP.

Los medios televisivos, sometidos al poder, alabaron el orden institucional, repitieron la toma de protesta, acallando las voces disidentes, minimizando la militarizacià³n y virtual estado de sitio de la Ciudad de Mà©xico. La derecha arribà³ al poder, al decir y repetir de las televisoras, en un acto constitucional, en orden y tranquilidad.

Varios comandos de la Tendencia Democrática Revolucionaria emitieron sendos comunicados advirtiendo la necesidad de su accionar polà­tico militar prà³ximamente y deslindando de ello a las organizaciones sociales y polà­ticas.

Los últimos dà­as de noviembre La Otra Campaña concluyà³ el recorrido del paà­s. En su andar escuchà³ al pueblo de abajo y a la izquierda, voces que testifican la historia de Otro Mà©xico, urgido de nacer. El Delegado Zero concluyà³ su gira descubriendo la unificacià³n del desastre nacional, por lo que llama las cuatro ruedas del capitalismo: despojo, desprecio, explotacià³n y represià³n. El Ejà©rcito Zapatista de Liberacià³n Nacional llama a una movilizacià³n masiva nacional e internacional por Oaxaca, el 22 de diciembre.

Las protestas y denuncias se multiplican por el paà­s y fuera de nuestras fronteras en: Estados Unidos, Canadá, Europa, Asà­a y Amà©rica Latina. Organismos de Derechos Humanos nacionales e internacionales, hoy como ayer con Atenco, denuncian, exigen respeto a los derechos mà­nimos de los compañeros.

Estamos viviendo una profunda crisis de las instituciones oficiales. Calderà³n llega a la presidencia apoyado por empresarios nacionales y trasnacionales, la iglesia jerárquica y el narcotráfico. El nombramiento de su gabinete deja en claro la là­nea polà­tica neoliberal y la "mano dura", contra cualquier movimiento que se oponga a los designios imperiales. Ha sido repudiado el nombramiento como Secretario de Hacienda del subdirector del Fondo Monetario Internacional, Agustà­n Castens y como Secretario de Gobernacià³n a Ramà­rez Acuña, ex gobernador de Jalisco, que se distinguià³ por encarcelar y torturar a 44 antiglobalifà³bicos que protestaron en 2004 contra la Cumbre de Jefes de Estado de Amà©rica Latina, el Caribe y la Unià³n Europea realizada en esa entidad.

En semanas comienza la segunda fase de La Otra Campaña, el sub comandante Marcos regresa a la Selva Lacandona, comandantes y comandantas tendrán presencia en cada estado de la República para cosechar lo que se sembrà³ en este año.

La madrugada del 5 de diciembre, fue aprehendido Flavio Sosa, uno de los delegados de la APPO, junto con tres compañeros más, quienes salà­an de una reunià³n en la que se discutià³ el reinicio del diálogo entre Gobernacià³n y la APPO. Flavio Sosa fue llevado a una cárcel de alta seguridad. Esta traicià³n, pues ya estaba acordada la cita con Gobernacià³n, agrava la situacià³n. Muchos compañeros de la APPO, se han visto obligados a pasar a la clandestinidad.

Oralba Castillo Nájera
Mà©xico D.F.
7 de diciembre 2006