Por el Secretariado del Estado Mayor Central de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejercito del Pueblo (FARC-EP)
En 1964, hace 43 años, el Gobierno conservador de Guillermo Leà³n Valencia lanzà³ 16.000 soldados en su "ofensiva final" contra 42 campesinos del Sur del Tolima, prometiendo la pronta liquidacià³n de la que llamaron en el parlamento" República Independiente de Marquetalia".
Ni à©l, ni los gringos que dirigieron esa operacià³n militar contra el pueblo adornada con el nombre de "Plan Laso", se notificaron de lo contra producente de su decisià³n en un paàs como el nuestro donde la dignidad y la rebeldàa contra la injusticia corren por nuestra sangre desde siempre.
Prefirieron la aventura de una guerra de exterminio a la solucià³n de las reivindicaciones econà³micas, sociales y polàticas planteadas por los pobladores de la regià³n.
43 años despuà©s, la confrontacià³n militar generada por esa agresià³n abarca la totalidad del territorio nacional, en tanto que los abismos sociales que se denunciaban han crecido y que la opulencia imperial de los Estados Unidos de Norte Amà©rica oprime con mayor violencia a los pueblos cuyos gobiernos no han tenido dignidad para hacer respetar ni su soberanàa, ni sus intereses, ni su bandera como sucede especialmente con este de àlvaro Uribe.
Como si esto fuese poco, el paramilitarismo que se creo muchos años antes no para enfrentar la guerrilla revolucionaria sino para hacer la guerra sucia de la oligarquàa contra el pueblo, continúa desarrollando su actividad criminal, arropado por el Estado y los diferentes gobiernos, y convertido en un proyecto polàtico que lidera àlvaro Uribe.
Como la ofensiva antipopular no se detiene en ningún terreno, para estos dàas se incrementà³ con la aprobacià³n en el Congreso del Plan de Desarrollo uribista que apuntala la estrategia neoliberal e intensifica la privatizacià³n del patrimonio público, con el recorte de las regalàas a las regiones y con un TLC que solo beneficia a los gringos y a unos pocos ricos del paàs.
En medio de tal situacià³n, 43 años despuà©s de conformarnos como organizacià³n revolucionaria realizamos nuestra Novena Conferencia "por la Nueva Colombia, la Patria Grande y el Socialismo" que convoca a los colombianos a luchar por un nuevo gobierno capaz de reconciliar a la familia colombiana, de fortalecer la unidad Latinoamericana y Caribeña en el espàritu bolivariano de Patria Grande que soñà³ el Libertador y con el objetivo estratà©gico de construir el Socialismo en esta parte del mundo, acorde a nuestras realidades, idiosincrasia e historia y forjarnos como polo de referencia mundial.
A pesar del manipuleo de la gran prensa, al gobierno le ha sido imposible soslayar la pujanza de las FARC. Luchamos y continuamos creciendo en medio del apoyo popular, porque un Estado paramilitar y mafioso de caracteràsticas fascistas como el de Uribe, además de la violencia social y econà³mica que arrastra, de perseguir, asesinar, torturar, desaparecer y de ocultar informacià³n a la ciudadanàa, continúa cerrando las opciones legales al calificar de terroristas a sus opositores.
Proponemos la plataforma bolivariana por la nueva Colombia, como espacio de convergencia y unidad de todos quienes buscamos la independencia y la democracia. Y como lo hicimos hace 43 años, reafirmamos nuestra conviccià³n sobre una solucià³n polàtica a la problemática nacional, asà como tambià©n la plena disposicià³n que mantenemos para concretar lo más pronto posible un Canje de Prisioneros de Guerra, para lo que es necesario un encuentro con el gobierno nacional, con los municipios de Pradera y Florida en el Valle del Cauca, desmilitarizado.
Las luchas del pueblo colombiano por la soberanàa, contra las injusticias y por el bienestar general crecen al mismo tiempo que aumentan las evidencias de la corrupcià³n que invaden al Gobierno de Uribe y al Estado y de sus profundos nexos con el paramilitarismo si Uribe no tiene la à©tica de renunciar para aclarar su entorno paramilitar y el origen fraudulento de buena parte de su votacià³n y por el contrario se vale de todos los recursos oficiales para ocultarlo, tenemos que exigàrselo con la ampliacià³n e intensificacià³n de la lucha popular.
Porque asà y solo asà, esta oligarquàa comprenderá que Colombia no requiere la paz de los sepulcros sino que reclama un horizonte de paz nacido del ejercicio pleno de su soberanàa, de la democracia y de la justicia social.
!Por la nueva Colombia, la Patria Grande y el Socialismo!.
Secretariado del Estado Mayor Central FARC-EP
Montañas de Colombia, mayo 25 de 2007