Al final EEUU perderá la guerra, como los rusos en Afganistán

05/04/2003

Entrevista a Scott Ritter, ex-inspector de armas de NN.UU.

Washington y Nueva York, 31 de marzo. Al final Estados Unidos perderá la guerra en Irak y será expulsado de ese paà­s de la misma manera en que los rusos huyeron de Afganistán, declarà³ Scott Ritter, ex inspector de armas de la Organizacià³n de las Naciones Unidas (ONU) y veterano estadunidense de la primera Guerra del Golfo.

Ritter, quien fue un marine en esa primera guerra contra Irak y trabajà³ en inteligencia militar durante 12 anos, cree que el gobierno de George W. Bush ha cometido un error de cálculo polà­tico y militar en Irak. Despuà©s de renunciar a las fuerzas armadas de Estados Unidos, Ritter fue uno de los jefes de inspectores de armas de la ONU en Irak a mediados de los años noventa y dimitià³ en 1998, porque considerà³ que Estados Unidos y la organizacià³n estaban socavando de manera deliberada el proceso de inspeccià³n para asegurar que fracasara.

Ritter ha continuado escribiendo sobre la situacià³n en Irak y ha hablado personalmente con el presidente de ese paà­s, Saddam Hussein. "La ironà­a de esto es que hemos tomado a un hombre que no merece el respeto del pueblo iraquà­ -un dictador brutal y tiránico, que ha cometido tremendas violaciones de derechos humanos- y lo hemos transformado con nuestras acciones en alguien que está recibiendo los elogios del pueblo y su lealtad", comentà³ Ritter en entrevista exclusiva con La Jornada.

No son los comentarios de un activista de paz izquierdista. Ritter se ha identificado en entrevistas como "miembro del Partido Republicano" y como un "patriota". Pero hoy sostiene que Estados Unidos está llevando a cabo una guerra que al final revirará en su contra.

"Hemos calculado mal en todo y el mal cálculo militar es sà³lo sintomático de un error mayor", dijo Ritter. "Calculamos que el pueblo iraquà­ nos darà­a la bienvenida como libertadores, que no resistirà­a y que se sumarà­a a nuestro lado para ayudar a derrocar al dictador Saddam Hussein, al cual evaluamos como muy impopular y carente de toda base de apoyo."

Ritter argumenta que el cálculo errà³neo de no enviar tropas suficientes podrà­a ser superado a la larga. Los generales estadunidenses movilizarà­an más tropas y lograrà­an desplegarlas en las primeras là­neas. Pero se empantanarà­an en batallas de zonas urbanas densamente pobladas, donde la superioridad militar en armas y soldados será menos útil. "Para poder mantener esa superioridad tendremos que ser menos especà­ficos en nuestros objetivos y bombardear esas áreas urbanas", advirtià³.

En estos momentos, dijo el ex marine, Estados Unidos no cuenta con suficiente poder militar para tomar Bagdad. Pero sostiene que aun si envà­a más tropas a Irak y logra ocupar la capital, la invasià³n estadunidense a fin de cuentas fracasará en su objetivo de instalar un gobierno democrático pro occidental. De hecho, según Ritter, la invasià³n seguramente provocará que aumente el sentimiento antiestadunidense.

"Hussein sà­ tiene amplio respaldo en tà©rminos polà­ticos, que no entendimos, o por lo menos los planificadores militares no lo incorporaron al pensar esta campaña", dijo Ritter.

El cálculo errà³neo, agregà³, no se originà³ con esta guerra, es resultado en parte de la polà­tica de sanciones de más de una dà©cada, impuesta luego que Irak invadià³ Kuwait en agosto de 1990. "Al mantener las sanciones econà³micas de manera ilegà­tima, ilegal y poco sensible, hemos cometido lo que en suma es genocidio contra el pueblo iraquà­", afirmà³. Ritter cita informes de la ONU para documentar que 1.5 millones de personas murieron por esas medidas.

La mitad de la poblacià³n de Irak es menor de 15 años de edad y, como señala Ritter, ha crecido en una era de sanciones. "No les hemos enseñado a querer a Estados Unidos, les hemos enseñado a temerle, a no confiar", dice. Ritter cree que incluso ese 60 por ciento de la poblacià³n que es chià­ta, la cual se ha rebelado contra Hussein en el pasado, ahora se opondrá a la invasià³n estadunidense.

Hussein serà­a un "mártir", alerta

"Vamos a perder esta guerra", asegura. "El pueblo iraquà­ podrà­a tener a su ejà©rcito derrotado por el poderà­o militar estadunidense, pero jamás se subordinará. Estaremos condenados a ocupar un paà­s hostil con un pueblo beligerante que hará todo lo necesario para lanzarnos de ahà­." Agregà³: "Jamás podremos hablar de instalar un gobierno pro estadunidense para el pueblo de Irak. Al final nos expulsarán. Abandonaremos Irak derrotados, de la misma manera que los rusos dejaron Afganistán".

En lugar de destruir a Saddam Hussein, la guerra estadunidense lo hará mas popular, y si los militares logran matarlo, los resultados podrà­an ser aún peores, dijo. "Si lo convertimos en mártir se volverá el grito de unidad para el mundo islámico... un là­der nacionalista de proporciones histà³ricas", explicà³.

Como ex inspector de armas de la ONU, Ritter está molesto por la justificacià³n de esta guerra: deshacerse de las armas de destruccià³n masiva. "Nadie ha ofrecido informacià³n sustantiva sobre la base de hechos que sostiene el alegato de que ese rà©gimen tiene armas de destruccià³n masiva", afirma. "No sà³lo fracasaron en argumentar la acusacià³n, sino que ahora sabemos que el gobierno de Bush fabricà³ gran parte del asunto."

El gobierno estadunidense ahora reconoce que varios de los documentos claves presentados al Congreso y a la ONU sobre la supuesta adquisicià³n de uranio en Ífrica eran falsificados. Además, Bush asegurà³ en su informe a la nacià³n que Irak estaba importando ese elemento de Ífrica, con base en estos mismos documentos falsificados.

La Casa Blanca insiste en que no lo sabà­a, pero la Agencia Central de Inteligencia ha dicho que presentà³ pruebas de que los documentos no eran sà³lidos y que los asesores de polà­tica de Washington decidieron ignorarlas. Varios legisladores ahora han demandado una investigacià³n y Ritter opina que esa manipulacià³n deberà­a conducir a cargos criminales contra el gobierno.

Tambià©n advierte que en consecuencia, pocos ahora darán mucha credibilidad si Estados Unidos anuncia que ha descubierto pruebas de armas de destruccià³n masiva en Irak. "Bueno, sabemos que lo fabricaron al entrar, que aún no han encontrado nada, y que si no hallan algo todo vestigio de legitimidad se esfumará. Estoy muy preocupado por la posibilidad real de que Estados Unidos fabricara las pruebas", concluyà³.