Saludo a Venezuela

25/04/2003

Mensaje de las FARC-EP

¡Nuestra patria es Amà©rica! (Simà³n Bolà­var)

Al no ser propicias las condiciones para estar fà­sicamente con ustedes, hacemos presencia en tan importante evento, con este documento y los acompañamos de corazà³n. Reciban pues, desde las montañas de Colombia, el saludo cálido y bolivariano de las FARC-Ejà©rcito del Pueblo.

Expresamos nuestra solidaridad con el pueblo de Irak, que resiste la agresià³n infame de los Estados Unidos e Inglaterra, en su nuevo intento de apropiarse del petrà³leo y fortalecer su predominio geoestratà©gico.

Condenamos la actitud indigna y carente de sentido de patria del fascista Ílvaro Uribe Và©lez, Presidente ilegà­timo de Colombia, al apoyar la invasià³n imperial, contrariando la voluntad popular. Al tiempo que apoya la intervencià³n gringa en lejanas tierras, solicita el despliegue de tropas yanquis en Nuestra Amà©rica, grave amenaza para los paà­ses de la regià³n. Nos oponemos a la utilizacià³n de Colombia como soporte de la geopolà­tica del imperio en su intento por detener los avances de nuestras luchas libertarias.

Por tanto, reiteramos nuestra irrestricta solidaridad con la Revolucià³n Bolivariana de Venezuela, dirigida por el Presidente Hugo Chávez Frà­as; con la Cuba Socialista de Fidel, estandarte de revolucià³n y dignidad; con Brasil y con Ecuador, cuyos pueblos manifestaron su rebeldà­a al elegir a Lula y a Lucio Gutià©rrez, como sus Presidentes. Paà­ses erigidos hoy en ejemplo de alternativas populares a las polà­ticas de la Casa Blanca. Nuestra solidaridad igualmente con los pueblos de Bolivia, Argentina, Paraguay, Uruguay, Perú, Chile, Centroamà©rica y el Caribe, que luchan de diferentes maneras por su progreso y autodeterminacià³n.

"Los Estados Unidos parecen llamados por la providencia para plagar la Amà©rica de hambre y de miseria en nombre de la libertad".

La realidad ha demostrado la certeza de esta percepcià³n de Simà³n Bolà­var, El Libertador. Las directrices impuestas por los organismos financieros internacionales mantienen las polà­ticas neoliberales como carta de navegacià³n, para seguir el impune robo de las riquezas naturales, expropiar a nuestros pueblos con las privatizaciones y garantizar su inmisericorde explotacià³n. Nos estrangulan, además, con la impagable deuda externa.

Washington centra ahora su ambicià³n sobre el agua y la biodiversidad del continente y desarrolla planes de guerra contra nuestros pueblos, como el Plan Colombia y su complemento la Iniciativa Regional Andina, a los que se une como instrumento expoliador el Plan Puebla Panamá; todos parte del ALCA, carta estratà©gica de dominacià³n que nos quieren imponer.

Ante esta situacià³n, es innegable la vigencia del pensamiento social, antiimperialista y de unidad latinoamericana del Libertador Simà³n Bolà­var. "Nuestra patria es Amà©rica" y nos enfrentamos a la obligacià³n histà³rica de construirla, para encarar unidos la lucha contra el enemigo común, el imperio estadounidense. Llamamos a la conformacià³n del Frente Antiimperialista de Nuestra Amà©rica.

En Colombia libramos una guerra por la liberacià³n nacional, por la segunda y definitiva independencia. De un lado las mayorà­as nacionales: El pueblo y sus organizaciones. Del otro, el Imperio, la clase dominante, su Estado terrorista, con sus Fuerzas Armadas Oficiales y sus paramilitares.

En este conflicto, la propaganda y desinformacià³n se constituyen en arma de la oligarquà­a para desvirtuar la verdad. En nuestra lucha por ejercer soberanamente y con dignidad el derecho a la justicia social y a la autodeterminacià³n, hemos sido objeto de diversas calumnias, que han utilizado en diferentes momentos.

Primero nos señalaron como avanzada y cabeza de playa del comunismo internacional, para justificar la intervencià³n gringa y el ataque a Marquetalia, en 1964, acusacià³n propia de la guerra frà­a, cuyo fracaso lo demostrà³ la historia.

Tiempos despuà©s nos acusaron de narcotraficantes, en un intento por desvirtuar el carácter polà­tico de nuestra organizacià³n. El mundo sabe que las FARC-EP nada tienen que ver con el narcotráfico, tal como lo constataron decenas de embajadores en la Audiencia Pública Internacional Sobre Cultivos Ilà­citos y Medio Ambiente, realizada en junio del 2000. En este evento, nuestro Comandante en Jefe Manuel Marulanda Và©lez, presentà³ un fundamentado Proyecto de Sustitucià³n de Cultivos Ilà­citos, que jamás tuvo respuesta del gobierno central. Antes, un Pleno del Estado Mayor Central habà­a propuesto la legalizacià³n del consumo de los psicotrà³picos, como única forma de acabar con la mafia del narcotráfico, tal como ocurrià³ en el pasado con las del tabaco y el alcohol. Pero tampoco hubo respuesta del gobierno, porque lo que se necesita es el pretexto para la intervencià³n directa de los Estados Unidos en el conflicto interno de Colombia.

Somos pueblo alzado en armas contra un rà©gimen opresor. Somos fuerza beligerante, una organizacià³n polà­tico – militar en lucha por el poder. No somos terroristas. Los verdaderos terroristas están en la Casa Blanca y en el Palacio de Nariño. Ellos señalan como terroristas a quienes se oponen a sus polà­ticas oprobiosas, se levantan contra el sistema, les duele la patria, defienden sus derechos y luchan por mejores condiciones de vida.

Insisten en nuestra presencia en paà­ses vecinos, con el calculado propà³sito de crearles dificultades a sus gobiernos. Las FARC-Ejà©rcito del Pueblo reiteran en este evento su polà­tica de fronteras: Somos respetuosos de la soberanà­a, la integridad territorial y la autodeterminacià³n de los pueblos. No incursionamos militarmente ni realizamos operaciones financieras fuera del territorio nacional. Propenden por unas relaciones pacà­ficas y de respeto recà­proco en las zonas limà­trofes.

Nuevamente hacemos saber que en desarrollo de un eventual canje de prisioneros de guerra las FARC-EP están dispuestas a dejar en libertad a los 47 oficiales y suboficiales del ejà©rcito y la policà­a en su poder, a los seis parlamentarios, los doce diputados regionales, los exministros de Defensa y Desarrollo, el gobernador de Antioquia, el exgobernador del Meta, la excandidata presidencial Ingrid Betancur y los tres agentes de la CIA hechos prisioneros luego del derribamiento de un avià³n norteamericano que adelantaba labores de contrainsurgencia en el sur del paà­s. Como contraprestacià³n el Estado colombiano debe liberar a todas las guerrilleras y a todos los guerrilleros privados de la libertad en las cárceles oficiales. En todas sus etapas el canje se realizará en Colombia en una zona previamente desmilitarizada.

Nuestra voluntad de paz es indeclinable. Seguimos dispuestos a retomar el proceso de paz con un gobierno que realmente està© interesado en resolver las causas que han generado el conflicto. Para ello consideramos necesario acabar con el paramilitarismo como polà­tica de Estado; desmilitarizar los departamentos de Caquetá y Putumayo, como nuevo escenario de las conversaciones; retomar la Agenda Común por el Cambio hacia la Nueva Colombia; suspender el calificativo de narcoterroristas que utilizan funcionarios del Estado contra nuestra organizacià³n y garantizar la participacià³n en ellas de las organizaciones sociales y populares.

Igualmente, ante la grave crisis de nuestro paà­s y la incapacidad demostrada por la oligarquà­a para solucionarla en beneficio del pueblo, estamos convocando a los sectores sociales, fuerzas, movimientos y colombianos opuestos al fascismo de Uribe Và©lez, a la conformacià³n de un gobierno democrático y antineoliberal, que con un programa de paz se constituya en poder alterno para conducir al paà­s por los caminos de la esperanza, la soberanà­a y la justicia social.

Este Nuevo Gobierno, estará integrado por 12 colombianos representantes de todas las regiones del paà­s y todos los sectores que se identifiquen con la Plataforma de 10 Puntos para una Nueva Colombia y que en principio adelantará su actividad clandestinamente hasta lograr la fuerza para desarrollarla de cara a todo el paà­s.

Mantenemos en alto nuestras armas y banderas. Trabajamos por desarrollar alternativas encaminadas a potenciar y organizar la lucha de colombianos y colombianas impulsando la construccià³n del Partido Clandestino, las Milicias y el Movimiento Bolivariano Por la Nueva Colombia.

Brindamos y concitamos la solidaridad con los pueblos. Estos sabrán organizarse en la lucha por construir un mundo mejor superando las inmundicias del capitalismo y su polà­tica neoliberal. Un mundo diferente es posible.

¡Nuestra patria es Amà©rica!

¡Contra los planes imperiales…… Unidad y lucha de Nuestra Amà©rica!

Contra el imperialismo…… por la patria
Contra la oligarquà­a…… por el pueblo
Hasta la victoria final…… somos FARC-EP


Bolivarianamente

Comisià³n Internacional
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejà©rcito del Pueblo FARC-EP

Montañas de Colombia, abril de 2003