Uribe es un vendedor de ilusiones para ricos

17/10/2003

Iván Márquez (FARC-EP)


Uribe es un vendedor de ilusiones para ricos, dice Iván Márquez


Entrevista exclusiva de ANNCOL al comandante Iván Márquez, miembro del Secretariado de las FARC-EP: Habla sobre Chávez y sobre Ingrid Betancourt y los militares estadounidenses en poder de la guerrilla. Defiende el sabotaje a las empresas transnacionales y al mismo tiempo propone llegar a un acuerdo con à©stas. Rechaza propuesta de Uribe sobre la excarcelacià³n condicional de guerrilleros presos y califica como "muy respetable" la posicià³n de Piedad Cà³rdoba y un sector del liberalismo frente al referendo. Comenta tambià©n sobre la prà³xima reunià³n entre las FARC y la ONU y el papel que juegan los expresidentes en la búsqueda por pactar un acuerdo de intercambio de prisioneros de guerra.


10.10.2003 Iván Márquez es comandante de las fuerzas guerrilleras en el norte de Colombia y es al mismo tiempo uno de los siete miembros del secretariado de las FARC-EP, la organizacià³n polà­tico-militar más importante del paà­s. Márquez viste un sencillo uniforme sin insignias, calza botas de goma para el barro y las serpientes y porta un fusil AK. Su "despacho", donde recibe a ANNCOL, es un campamento en una selvática zona del norte del paà­s. Varios escoltas armados, entre ellos una hermosa joven, se mimetizan entre los árboles.

ANNCOL: Hace pocos dà­as, ustedes volaron el oleoducto, los trenes carboneros de la Drummond e Intercor y varias torres energà©ticas. ¿Por quà©?

MÍRQUEZ: Es guerra de guerrillas; es ataque a la infraestructura para afectar las fuentes de financiacià³n de la guerra del Estado contra el pueblo. La opcià³n de Uribe por la guerra implica todo eso. Lo hicieron los Estados Unidos contra Yugoslavia, Afganistán e Irak. Eso no se puede olvidar, como tampoco que esas fueron guerras injustas porque lo hicieron no para liberar sino para subyugar. La guerra total de Uribe Và©lez no es lo mejor. Los colombianos debemos luchar por la solucià³n polà­tica del conflicto hasta alcanzar la paz con justicia social. Este es el principal objetivo estratà©gico de la FARC.

ANNCOL: ¿Por quà© es que tienen tanta rabia a las empresas estadounidenses?

MÍRQUEZ: No creo que à©se sea el caso. No tenemos ese sentimiento hacia las empresas estadounidenses; lo que objetamos es su polà­tica de expoliacià³n. La parte del leà³n en los convenios y contratos no puede prevalecer sobre la soberanà­a del pueblo de Colombia sobre sus recursos. Esperamos más adelante concertar con esas empresas, y todas las que està©n interesadas en invertir, pero sin menoscabo de los intereses de la nacià³n. Que gane más el paà­s propietario de los recursos, y que ellos tambià©n ganen, pero razonablemente.

ANNCOL: ¿O es que se inspiran mucho por lo de Irak?

MÍRQUEZ: La de Irak es una guerra colonial que busca expropiar el petrà³leo a su dueño legà­timo, el pueblo iraquà­. Con el Plan Colombia, y con el ALCA se quieren apropiar de las riquezas del continente y esclavizar y empobrecer aún más a su poblacià³n. Aquà­ tambià©n, su mira es el petrà³leo, pero además el carbà³n, el gas, la generacià³n de electricidad, la Amazonà­a y su gran biodiversidad. Esto debe poner en pie de lucha a todos los latinoamericanos en defensa de sus recursos y soberanà­a, y para ello es necesaria la coordinacià³n de luchas y la unidad de nuestros pueblos para resistir a la estrategia polà­tica y militar del imperio.

ANNCOL: Durante el ultimo mes, varios incidentes han creado zozobra en la zona fronteriza colombo-venezolana como el enfrentamiento entre las FAN y paramilitares colombianos que dejaron varios muertos y la violacià³n del espacio aà©reo de Venezuela por quince helicà³pteros Black Hawk de Colombia. ¿Son incidentes aislados? O ¿quà© es lo que está pasando en esa frontera?

MÍRQUEZ: No tienen el aspecto de incidentes aislados. Se parecen más bien a una cadena de provocaciones contra la República Bolivariana de Venezuela con oscuros propà³sitos. Porque no se trata solamente de los casos que usted menciona. Recuerde las recientes alusiones insidiosas de Uribe contra el Presidente Chávez vinculándolo con la guerrilla colombiana; o las manifestaciones de júbilo de algunos funcionarios del gobierno de Bogotá por el golpe de abril del 2002. Tambià©n podrà­amos aludir a los recurrentes montajes sobre supuestos guerrilleros o jefes insurgentes en territorio venezolano. Esto es muy grave y al mismo tiempo lamentable, porque Colombia no puede arrojar por la borda toda una historia de hermandad y de buenas relaciones con Venezuela.

ANNCOL: Los sectores antichavistas de Venezuela y de Colombia acusan al presidente Chávez de apoyar a la guerrilla colombiana. ¿Es asà­?

MÍRQUEZ: ¿En quà© nos apoya? Nadie puede mostrar nada porque sencillamente eso no existe. Ese es un pretexto de los enemigos de la Revolucià³n Bolivariana de aquà­ y de allá. Lo que sà­ es real y grave es la injerencia de Bogotá en los asuntos internos de Venezuela. En cuanto a las FARC quisiera reiterar que tenemos una polà­tica de fronteras bien clara y precisa: No incursionamos militarmente en los paà­ses vecinos. La confrontacià³n que libramos no es contra las Fuerzas Armadas de Venezuela, Brasil, Perú, Ecuador ni Panamá. Es contra las fuerzas militares y de policà­a de Colombia que sostienen y defienden un rà©gimen injusto y opresor. Y estas fuerzas son muy grandes y respaldadas por los gringos. No tiene sentido entonces que las FARC cacen peleas con las Fuerzas Armadas de paà­ses hermanos.

ANNCOL: Pero ambos se denominan bolivarianos, entonces deben tener algo en común.

MÍRQUEZ: Ah, eso sà­. Nosotros somos bolivarianos. Las FARC es una organizacià³n que aplica el marxismo leninismo a la realidad colombiana y al mismo tiempo es bolivariana. En el 2000 lanzamos en San Vicente del Caguán en un gran acto público el Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia que hoy crece en la clandestinidad. Es que en Bolà­var, en su proyecto polà­tico de unidad de los pueblos, de independencia, libertad y garantà­as sociales, nos encontramos todos. Militares, guerrilleros, intelectuales, indà­genas, negritudes, campesinos, todos. ¿Quià©n no termina seducido por la idea de la Colombia del Libertador, de la unidad de à©sta con Perú y Bolivia y de toda la Amà©rica Latina y del Caribe como espacio de dignidad y de equilibrio del universo? Es que à©l es el padre de estas Repúblicas y su pensamiento pide materializacià³n en esta era que ya comienza, que es la era de Bolà­var.

ANNCOL: El Secretariado de las FARC afirma que Uribe es un fascista. Sin embargo, el gobierno de Uribe está impulsando elecciones democráticas para alcaldà­as y gobernaciones y hasta un referendo en este mes. ¿Entonces de dà³nde sacan lo de fascista?

MÍRQUEZ: ¿Democráticas? En Colombia nunca ha habido democracia. A la Unià³n Patrià³tica la exterminaron a balazos. El rà©gimen de las oligarquà­as nunca ha tolerado las opciones polà­ticas de izquierda, y para ello ha contado siempre con las balas y la gran prensa. Ahora a travà©s de las encuestas promocionadas por los medios se induce el voto del potencial elector. Eso es manipulacià³n de la opinià³n. No puede ser democracia. ¿Quà© democrático puede ser un Congreso cuando uno de los jefes paramilitares se ufana de que el 30% de à©ste obedece a sus orientaciones? Actualmente en algunas regiones hay candidatos únicos a Alcaldà­as por imposicià³n de estos grupos, y por esta misma circunstancia, candidatos únicos a las gobernaciones, como ocurre en los departamentos del Cesar y el Magdalena.
Y en cuanto a Uribe, del carácter fascista de su gobierno, hablan las redadas y cacerà­as de brujas en las que se priva de la libertad de forma arbitraria e indiscriminada a la poblacià³n civil; la legislacià³n de guerra; el otorgamiento de atribuciones de policà­a judicial a las fuerzas militares; las zonas de rehabilitacià³n y consolidacià³n, que se convirtieron en zonas de violacià³n desenfrenada de los derechos humanos; las masacres y asesinatos selectivos del paramilitarismo de Estado, y la desaparicià³n y el desplazamiento forzosos.

ANNCOL: Se dice que ustedes han intentado matar a Uribe. ¿Es cierto?

MÍRQUEZ: Es Uribe quien dice que va a aniquilar a la guerrilla en dos años. Es lo que le ha prometido a los inversionistas, a los empresarios, al paà­s; y hasta le ha puesto precio a nuestras cabezas. Pero ya ha transcurrido más de un año y no ha podido mostrar ningún resultado contundente a pesar de la intervencià³n militar creciente de los Estados Unidos en el conflicto interno de Colombia. Las FARC están intactas; o mejor, están en desarrollo, y en aplicacià³n de tácticas de guerra de guerrillas a las que el comando del ejà©rcito prefiere no referirse porque le están causando daño. Uribe es un vendedor de ilusiones para ricos. No hay ni habrá derrota militar de la guerrilla. La solucià³n es polà­tica, es con cambios estructurales en lo polà­tico, econà³mico y social que beneficien a las mayorà­as. Uribe está gastando en pà³lvora la plata que debiera invertir en la solucià³n de los graves problemas sociales del paà­s. Los colombianos no deben aceptar que este presidente los siga estrangulando con más impuestos. Y lo peor es que quiere más plata, pero para arrojarla a la hoguera de la guerra.

ANNCOL: ¿Cuál es la posicià³n de las FARC frente al referendo?

MÍRQUEZ: El referendo busca legitimar la dictadura. Un gobierno no necesita convocar un referendo para castigar a los corruptos y la politiquerà­a; para ello sà³lo necesita voluntad polà­tica. Si Uribe se la juega por el referendo es porque quiere legitimar su talante autoritario, pero fundamentalmente, satisfacer las exigencias onerosas del Fondo Monetario Internacional. Colombia entera tiene que rechazar el chantaje de Uribe Và©lez cuando amenaza que si no se aprueba su referendo va a congelar por decreto los salarios de los empleados públicos.

ANNCOL: ¿Cà³mo ve la posicià³n del sector del liberalismo encabezado por Piedad Cà³rdoba y Gloria Gaitán, que llaman a la abstencià³n?

MÍRQUEZ: Muy respetable y valerosa. Creo que los colombianos debemos abstenernos de votar ese referendo. El NO, no ayuda porque suma porcentajes, y es eso precisamente lo que quiere la dictadura para lograr su objetivo.

ANNCOL: A los gobiernos de Samper, Turbay y Là³pez Michelsen, ustedes les hacà­an la guerra. Ahora les envà­an cartas corteses. ¿Es que las FARC están tan debilitadas en el campo de batalla que no les queda otro remedio?

MÍRQUEZ: Nuestro comandante en jefe Manuel Marulanda Và©lez está respondiendo una carta respetuosa dirigida simultáneamente a à©l y al Presidente de la República por los señores expresidentes liberales que usted menciona, donde se pide a los destinatarios buscar un acuerdo de intercambio humanitario o canje que haga posible la liberacià³n de los prisioneros de guerra en poder de las dos partes. No podemos ocultar que quedamos un poco perplejos ante la respuesta prepotente y descomedida de Uribe hacia ellos. Lo que Manuel Marulanda Và©lez hace es reiterar una disposicià³n que han expresado las FARC desde el comienzo de este capà­tulo de los prisioneros. Esta disposicià³n está respaldada por los hechos: con el anterior gobierno pactamos un acuerdo humanitario que permitià³ la liberacià³n de cerca de 50 militares enfermos por apenas 13 guerrilleros con problemas de salud. Pero además, en un gesto unilateral, sin contraprestaciones, liberamos a 304 militares y policà­as, gesto que nunca fue correspondido por el gobierno. Hoy todavà­a hay gente, columnistas de algunos diarios y revistas, jerarcas del clero, que nos siguen pidiendo gestos unilaterales, mientras los nuestros continúan en las cárceles del rà©gimen. Las FARC hace rato nombraron sus voceros para pactar el canje, pero el gobierno sigue desentendido. ¿Despuà©s de todo, le seguirá apostando a la aventura del rescate? Serà­a mucho más sensato que buscara un acuerdo como lo piden los expresidentes, que intentar un rescate a sangre y fuego.

ANNCOL: ¿Quà© van a hacer con los tres estadounidenses en su poder?

MÍRQUEZ: Aspiramos a que retornen pronto a sus hogares, a los Estados Unidos, como resultado del canje o intercambio humanitario entre nuestra organizacià³n y el gobierno de Colombia.

ANNCOL: ¿Y con Ingrid Betancourt?

MÍRQUEZ: Lo mismo, al igual que los otros dirigentes polà­ticos.

ANNCOL: Y los dirigentes polà­ticos…… ¿Por quà© los declaran canjeables?

MÍRQUEZ: A estos gobiernos, a la jerarquà­a del ejà©rcito y la policà­a no les importa para nada la suerte de unos soldados y oficiales que arriesgaron como nadie su pellejo en defensa de las instituciones. Y no les importa, porque ellos no son oligarquà­a. ¿Quià©n no recuerda en el paà­s todo lo que hizo el gobierno de Samper para liberar al hermano del expresidente Gaviria, en poder del JEGA? Ojalá se lo preguntarán al general Serrano, quien siendo director de la policà­a se ofrecià³ y estuvo en manos del JEGA como rehà©n y garantà­a mientras se operaba el canje de unos guerrilleros de esa organizacià³n por Juan Carlos Gaviria, hermano de presidente de la OEA. Yo creo que à©l sà­ entiende perfectamente la necesidad y viabilidad de un canje o intercambio humanitario.
En cuanto a los dirigentes polà­ticos hay que decir lo siguiente: ellos, especialmente los congresistas y ministros –no todos, eso sà­, porque entre ellos hay gente honesta y distanciada de las prácticas indecorosas- han promulgado leyes y decretos que son declaraciones de guerra contra el pueblo, y nosotros no podemos pasar por alto esta circunstancia. Pero por muy compleja que sea la situacià³n siempre habrá una salida. El comandante Manuel ha demostrado que hay herramientas jurà­dicas y constitucionales que hacen viable el acuerdo, pero en la contraparte ha faltado voluntad polà­tica y se aducen razones que no lo son. Yo creo que si se llega al acuerdo Gobierno-FARC para la liberacià³n de los prisioneros de guerra y polà­ticos, estarà­amos generando condiciones para retomar en el futuro los esfuerzos de la solucià³n polà­tica del conflicto social y armado.

ANNCOL: ¿Cuál es el número de guerrilleros que pretenden sacar de las cárceles con el canje?

MÍRQUEZ: Todos los guerrilleros.

ANNCOL: ¿Incluidos los de las capturas recientes?

MÍRQUEZ: Si se refiere a la cacerà­a de brujas desatada por el gobierno y a las redadas nocturnas de la fuerza pública, debemos decir que el paà­s está viviendo en carne propia lo que es una dictadura fascista. Se están llevando a todo el mundo, a obispos, sacerdotes, alcaldes, mà©dicos, empleados municipales, campesinos, estudiantes, gente de los pueblos, bajo la acusacià³n de ser guerrilleros o colaboradores de la guerrilla. Imagà­nese la explicacià³n de un coronel a las detenciones de ciudadanos en el Valle: dizque los capturaban por ser ojos y oà­dos de la guerrilla... Aunque a los pocos dà­as o meses tienen que liberarlos porque no hay pruebas, no hay resarcimiento para estas personas que fueron mostradas con gran despliegue en la televisià³n y la prensa como terroristas, un calificativo gaseoso que los generales y el fiscal de bolsillo del gobierno dispensan por doquier. Afortunadamente la gente empieza a reaccionar como ya ocurrià³ en Risaralda y el Valle donde la misma Defensorà­a del Pueblo tuvo que intervenir en defensa de la poblacià³n civil. Afortunadamente las ONG defensoras de los derechos humanos están levantando la denuncia aunque el Presidente los llame "traficantes de los derechos humanos" o "defensores de los terroristas". Y en este sentido resulta muy valiosa la carta que los intelectuales colombianos le dirigieran recientemente al señor Uribe rechazando su actitud. Ante el fascismo la sociedad tendrá quà© reaccionar antes de que sea demasiado tarde, como lo plantea el poema de Bertolt Brecht.

ANNCOL: El Presidente Uribe parece estar dispuesto a un canje, pero si los guerrilleros excarcelados no regresan a sus andanzas. ¿Está bien que los envà­en a Francia?

MÍRQUEZ: Eso es un disparate. No es canje ni intercambio humanitario; eso es destierro. Es un sofisma o ardid para negar toda posibilidad de acuerdo. Destierro por hacer uso del derecho universal que asiste a todos los pueblos del mundo de alzarse contra las tiranà­as o regà­menes injustos…… El acuerdo de canje, para que lo sea, implica que el gobierno recibe y que las FARC tambià©n reciben.

ANNCOL: El jefe del comando sur de las fuerzas armadas de los EE.UU. asegurà³ hace poco que las FARC están preparando una ofensiva para cuando termine el mandato de Uribe en el 2006. ¿Quà© hay de cierto en eso?

MÍRQUEZ: No creo que tenga una fuente en el Estado Mayor Central de las FARC. El general James Hill ha advertido que las FARC no están derrotadas. Otra cosa es que Uribe nos derrote en el papel o en los titulares de la gran prensa para justificar sus tropelà­as tributarias o para estimular el flujo de ayuda proveniente de la Casa Blanca. Pero en el fondo ellos saben muy bien que las FARC están ahà­; por eso especulan o lanzan globos.

ANNCOL: ¿Quà© pasa con la reunià³n con la ONU en Brasil?

MÍRQUEZ: Queremos expresar ante la ONU nuestro punto de vista sobre el conflicto interno de Colombia. Algunos organismos o instancias internacionales tienen un enfoque recortado y no pocas veces distorsionado de esta realidad porque solamente conocen la versià³n del gobierno de Colombia, experto en campañas mediáticas de desprestigio, y no han escuchado las razones de la parte contendiente, de la guerrilla que pugna por construir un nuevo gobierno. Estos diálogos son muy importantes porque permiten a nuestros interlocutores tener un panorama mucho más completo de la compleja realidad colombiana. En este propà³sito se inscribe la carta que recientemente dirigià©ramos a los señores presidentes del Grupo de Rà­o, como tambià©n la que hace unos tres años enviáramos al Congreso de los Estados Unidos.

El mundo no puede aceptar sin discusià³n que las FARC sean terroristas, porque asà­ lo haya definido la propaganda contrainsurgente de un gobierno. Las FARC surgieron en Colombia como respuesta al terrorismo de Estado y a la injusticia secular. El mundo no puede dejarse engañar con el cuento que las FARC sean una organizacià³n de narcotraficantes, porque perentoriamente no lo son, y debe saber que esta es una campaña de los gobiernos de Bogotá y Washington que busca por un lado, negar el carácter polà­tico de nuestra organizacià³n, y por el otro, justificar ante la comunidad de naciones la injerencia y la intervencià³n militar de los Estados Unidos en el conflicto interno de Colombia por razones geopolà­ticas.

Las FARC-EP son una organizacià³n polà­tica militar, que lucha al lado del pueblo por instaurar un Nuevo Poder, que haga posible por primera vez en Colombia la democracia, la justicia social, la independencia, la paz y el ejercicio de la soberanà­a. Es justo que las naciones del mundo empiecen a considerar el reconocimiento del estatus de FARC como fuerza beligerante.