Los "Acuerdos de Ginebra": La última maniobra contra el pueblo palestino

13/12/2003

de Loles Oliván, C.S.C.A.

C.S.C.A.

"Lo que establece el documento de Ginebra refleja que no hay renuncia real por parte de Israel, sino reiteracià³n de las exigencias que se establecieron ya en Camp David, con Clinton y Barak, a la Autoridad Palestina. [...] El anuncio de que a finales de este mes Powell se reunirá con los autores de este documento, pone de relieve el respaldo implà­cito que la Administracià³n Bush puede darle a pesar del silencio formal que ha guardado en las últimas semanas ante esta iniciativa"

El lunes, 2 de diciembre se llevà³ a cabo la ceremonia de la firma de los llamados Acuerdos de Ginebra [1], un documento acordado en secreto para la resolucià³n del conflicto palestino-israelà­ y publicitado a finales de octubre como no oficial que encabezan individuos de la izquierda israelà­ y palestinos prà³ximos a la Autoridad Palestina (AP) bajo la direccià³n del laborista y ex ministro de Justicia Yossi Beilin y de Yaser Abed Rabbo, asistente de Yaser Arafat y miembro del equipo negociador palestino.

La publicacià³n de los Acuerdos de Ginebra ha generado en las pasadas semanas un importante rechazo por parte de amplios sectores palestinos al considerarlo ajena a sus intereses nacionales y colectivos: no solo anula el Derecho al Retorno de los refugiados palestinos, tal y como les reconoce la resolucià³n 194 de Naciones Unidas [2], sino que opera en contra de las reivindicaciones legà­timas palestinas al formalizar la solucià³n de "dos Estados" haciendo caso omiso de la legalidad internacional y salvaguardando las exigencias israelà­es de que cualquier futuro Estado palestino habrá de quedar sujeto al control territorial -fronteras de tierra, mar y aire- poblacional, econà³mico y securitario de Israel.

El mismo lunes, 2, miles de palestinos y palestinas tomaron las calles en diferentes puntos de Cisjordania y Gaza para expresar su rechazo a los "Acuerdos de Ginebra" que calificaban de "documento traidor". En la ciudad de Gaza, cientos de dirigentes polà­ticos de las principales corrientes palestinas, incluidas figuras relevantes de la OLP, denunciaron públicamente los Acuerdos y reclamaron a Arafat que los rechace pública y claramente. El presidente del Departamento de Refugiados de la OLP, Abdullah al Hurani, suscribià³ estas peticiones añadiendo: "Que todo el mundo se entere: aquà©llos que han participado en la fiesta de Ginebra no nos representan y si dicen hacerlo, no les crean" [3]. Igualmente, Rafik Natshe, portavoz del Consejo Legislativo Palestino (CLP), recordaba a "la gente de Ginebra" que la cuestià³n palestina comenzà³ en 1948 con los refugiados y solo concluirá con su retorno a sus hogares y aldeas. El Burà³ Polà­tico del Frente Popular para la Liberacià³n de Palestina igualmente se ha posicionado en contra [4].

Lo que establece el documento de Ginebra refleja que no hay renuncia real por parte de Israel sino reiteracià³n de las exigencias que se establecieron ya en Camp David de 2000, con Clinton y Barak, a la AP; exigencias que, igualmente han sido ya respaldadas por Paul Wolfowitz, Colin Powell, y muchos ex dirigentes dentro del ejà©rcito israelà­ y del Shin Bet, sus servicios de informacià³n. El anuncio de que a finales de este mes Powell se reunirá con los autores del documento pone de relieve el respaldo implà­cito que la Administracià³n Bush puede darle, a pesar del silencio formal que ha guardado en las últimas semanas ante esta iniciativa [5].

El consenso histà³rico del sionismo

Los "Acuerdos de Ginebra" se están publicitando como una iniciativa emanada de los cà­rculos progresistas israelà­es -"la izquierda israelà­", se dice, en una supuesta contraposicià³n a la derecha del Likud- que "abra una và­a alternativa" a la polà­tica del actual gobierno de Sharon. Sin embargo, el Acuerdo de Ginebra, de firma laborista, lleva implà­cito el sello del consenso establecido por el sionismo israelà­ -invariable desde los años 70- para dar una solucià³n a la cuestià³n palestina que no contempla la aplicacià³n de los legà­timos derechos nacionales palestinos. La consideracià³n de que individuos muy prà³ximos a la AP han formado parte de la elaboracià³n y firma de estos Acuerdos confirma la aceptacià³n de una nueva rendicià³n por parte de la elite polà­tica oficial palestina, tal y como se plasmara en 1993 en el marco de los Acuerdos de Oslo.

Pese a haberse presentado como un acuerdo informal, la ceremonia de Ginebra ha sido cautelosamente diseñada para presentarse como vinculante a pesar de que el gobierno de Israel la ha criticado formalmente. La presencia de más 700 invitados entre los que se encuentran destacadas figuras polà­ticas internacionales como Jimmy Carter, más de 200 representantes de la llamada "izquierda israelà­", asà­ como la asistencia de representantes oficiales y no oficiales de los diversos estados árabes (la mayorà­a de los cueles todavà­a no han reconocido al Estado de Israel) como Omán, Bahrein, Arabia Saudà­, Marruecos, además de Egipto y Jordania, y tambià©n de la UE, pone de manifiesto el respaldo oficial a una iniciativa negociada en secreto y surgida a espaldas de la voluntad popular palestina y de la mayor parte de sus fuerzas polà­ticas -tal como ocurriera con los Acuerdos de Oslo- en un momento en que la presià³n militar y polà­tica se cierne sobre los Territorios Ocupados y muy especialmente contra la Intifada.

A pesar de la negativa de Arafat inicial a enviar una carta de apoyo a la firma de los "Acuerdos de Ginebra" mediante sus enviado, la AP ha estado formalmente representada por el asesor del Consejo Nacional de Seguridad palestino y prà³ximo al presidente palestino, Yibril al Rayub. Finalmente, el propio Arafat enviaba a la ceremonia del lunes en Ginebra un mensaje de apoyo a los Acuerdos. Ello da cuenta del respaldo de la AP a un acuerdo del que solo se podrá obtener, del lado palestino, rà©ditos polà­ticos temporales para una elite palestina hostigada por Israel y chantajeada en su supervivencia polà­tica bajo la amenazada del "cambio de rà©gimen". En estas condiciones, es fácilmente entendible que la legitimidad de este documento, firmado en secreto cuando Israel y EEUU siguen presionando a la AP para que cumpla con su funcià³n de acabar con la Intifada y con la resistencia armada palestina, està© siendo ampliamente contestada tanto desde los sectores populares como desde las formaciones polà­ticas, incluida Fatah, y las organizaciones palestinas de los TTOO, al igual que está siendo cuestionada la representatividad de una AP anquilosada y sometida a Israel y a EEUU.

Notas:

1.Và©ase en CSCAweb: Roni Ben Efrat: Los `Acuerdos de Ginebra`: más allá del tiempo y del espacio
2. Và©ase en CSCAweb: Roni Ben Efrat: Los `Acuerdos de Ginebra`: más allá del tiempo y del espacio
3. Amayreh, Jalil: "More Palestinian say `no` to the Genova Accord", IAP News, 2 November, 2003.
5. Và©ase su comunicado en la columna de la izquierda en esta misma página.
5. Và©ase en CSCAweb: Nuevo gobierno de la Autoridad Palestina: ¿retomar la "Hoja de ruta"?