Pascual Serrano le da la razón a Alfonso Sastre

13/06/2009

Un aporte al debate sobre Iniciativa Internacionalista y las Elecciones Europeas de Zamira Zavanelli

Con ocasión de las elecciones europeas -otro desfile del poder, donde suelen vendernos los modelos capitalistas y caducados, de corte Friedman o Keynes, robo directo o camuflado, como si fueran de nueva temporada-, Iniciativa Internacionalista reunió, tras trabas y pucherazo, más de 176.000 votos en apoyo de un bloque anticapitalista y pro soberanía. Estos votos fueron y son al mismo tiempo un homenaje a Alfonso Sastre, a tod@s nuestr@s luchador@s y un mensaje a l@s pres@s políticos.

En vez de rezar por la democracia burguesa, esta Iniciativa empujó una respuesta de clase al parlamentarismo. Cuando la parte más combativa y antisistema queda excluida, perseguida y encarcelada, el paso primordial es paliar este ataque siniestro, una situación donde la solidaridad obliga a pasar de las palabras a los hechos.

Imaginémonos la fuerza combativa que hubiera entrado en juego, desde el momento de la aprobación de la ley de partidos y la, desde entonces notoria, ilegalización de cuantas opciones socialistas y independentistas llegaron a formarse en Euskal Herria, si tod@s quienes en el estado español aspiraban al cambio social hubieran rechazado el dudoso honor de formar parte de esta izquierda apta para participar en la democracia y en su lugar hubieran convocado una plataforma conjunta a fin de parar la criminalización. El hecho de no haber actuado entonces y en seguida no impide rescatar la unidad de acción ahora y en adelante. Precisamente esta conciencia, junto a la necesidad de organizar la defensa en medio de una crisis, de la cual los propietarios quieren salir reafirmando sus intereses, fue la chispa que se extendió, como Iniciativa Internacionalista, para aunar fuerzas, conectando estas dos prioridades en toda la geografía.

El hecho de no compartir esta propuesta, no justifica descalificar su éxito y su dimensión.

Aquí discrepa Pascual Serrano, periodista comprometido en la lucha contra la falsimedia, que repetidamente y de manera acertada caracteriza la parcialidad de l@s asalariad@s mediátic@s, señalando que el periodismo es una forma frenética de saber lo que pasa, sin entender lo que sucede, y acaba de darnos un ejemplo concreto con su artículo ”El frenesí electoral de la izquierda radical española”(1), donde aplica de forma magistral todos los pecados contra quienes ha entrado en combate.

Ante todo silencia a Alfonso Sastre, que no sólo encabeza el proyecto de esta izquierda radical (II)de la que habla en el artículo, sino que representa toda una corriente histórica de coherencia con los intereses de l@s explotad@s, como el mismo Pascual señaló, hace sólo 5 años en el Epílogo del libro “La batalla de los intelectuales” de Alfonso Sastre , “alguien a quien considero acreedor de todo mi reconocimiento ético y admiración rebelde” (2).

Reteniendo la información sobre la naturaleza política y la razón del surgimiento de esta Iniciativa, el amigo Pascual contribuye a mantener el cerco mediático contra “la batalla” empujada por Alfonso Sastre, y eso del todo consciente, como reconoce tras su “reflexión necesaria” de intercambio con el propio Alfonso , donde dijo, que “Los intelectuales comprometidos estáis ahí, presos y exiliados por el apagón informativo que os han impuesto, pero yo sé que estáis. Vamos a ir organizando “grupos de pasos” que emitan al aire vuestra palabra.” Pascual, estos grupos se han puesto en marcha, aunque no te hayas dado cuenta. Echamos de menos tu apoyo, entre otros, como profesional del mensaje.

En aquel diálogo, Pascual sostiene que el problema no es que no haya intelectuales comprometidos, ni que guarden silencio, sino que son “mediáticamente” silenciados, por parte de un imperio omnipotente. En su respuesta Alfonso Sastre, reitera su observación sobre que muchos progresistas intelectuales se desplazaron paulatinamente hacia la derecha, guardando silencio en situaciones que exigían un grito, degenerando en cómplices del imperio en su forma de intelectuales orgánicos. Así mismo insistió, “que se están produciendo algunos movimientos de recuperación de posiciones de izquierda (...) Algo más se mueve, creo yo, que los grandes aparatos bajo cuya opresión navegamos”. Lo que nos plantea Alfonso es, de que asumamos un papel activo y de humanos, sujetos en pugna por su autodeterminación y empezáramos a, partir de lo cotidiano, a salir de la prehistoria construyendo nuestras relaciones sociales.

Omitiendo esta relación entre el factor subjetivo y su realidad objetiva, Pascual Serrano articula su mirada, sustituyendo el rigor de un análisis político, por una aplicación mecánica, que concluye en un ejercicio abstracto y por ende no aporta nada para desarrollar ni la conciencia de clase ,ni su acción, al contrario termina con una tergiversación sensacionalista, propia de l@s intelectuales orgánicos.

En consecuencia, Pascual no entiende, pero considera “curioso” que “la izquierda radical que hasta ahora atacó el parlamentarismo burgués, haya adoptado con fervor, frenesí y fascinación , el mismo “formato mercadotécnico de los partidos dominantes” y descalifica como “patético” el propósito y éxito de querer y haber recuperado el derecho al voto de más de 176.000 personas, lo cual ya es una arrogancia inadmisible.

De este modo oculta la naturaleza de la “democracia española”, que excluye la parte más combativa, a fin de garantizar las medidas represivas que el capital tiene que llevar a cabo para atenuar su crisis de beneficios.

Pascual hasta llega a menospreciar la capacidad intelectual de Alfonso Sastre y toda una lista de personas que, si han destacado, es justamente por no formar parte de la izquierda vendida y sumisa al sistema. Desconozco si por fervor, frenesí, fascinación o pura retórica les atribuye la percepción del hecho de haber parado la ilegalización y de poder votar, como si fuera la antesala de la toma de poder.

Todo lo anterior no impide a Pascual pecar de lo que reprocha a Alfonso Sastre y a tod@s los que se han sumado a los grupos de paso: de electoralismo, parlamentarismo, en fin, de cretinismo democrático, porque según él hemos dejado en “segundo plano la denuncia de la desigualdad de presupuestos electorales”, concluyendo que “las propuestas de esta izquierda radical, no son viables teniendo en cuenta el 57% de abstenciones en toda Europa”.

Resulta realmente preocupante, que en un solo artículo el amigo acaba no solo con Alfonso, también con otro dramaturgo y escritor, el alemán Brecht, cuando lo anula y anula su lección básica, en la cual ha enfocado, igual que Sastre, todo su trabajo creador:

Destruir la creencia de que el enemigo es invencible.
En el ejercicio tramposo de posicionarse aparentemente por encima, o de lado, de la parcialidad propia de l@s radicales, radica el dejávú que nos transmite el artículo de Pascual, porque de nuevo, en vez de aclarar causa y efecto, los confunde, enunciando rotundamente que “la izquierda radical había perdido el sentido de la realidad”.

No amigo, es la realidad capitalista la que carece de cualquier sentido humano.

Pero no es sólo el hecho de no entender la realidad lo que nos impide cambiarla.

Es que , si una iniciativa , un proyecto histórico o –como bien explica el manual imprescindible de Vicente Romano sobre “la intoxicación lingüística”(3), “si una información es correcta o no depende de si es acorde con nuestro interés (...) Así el explotado” - y en la misma medida el lector- ”conocerá sus posibilidades de emancipación mediante informaciones que concuerden con sus intereses”.

Contribuir a esta clase de información, para capacitar a las mujeres y hombres para conocer su propios intereses y a la vez las posibilidades de realizarlos, eso significa erradicar el analfabetismo político.

Aunque, si desde una mentalidad mecánica, el amigo rechaza la dialéctica, no por eso la anula y en consecuencia, e independientemente, si a Alfonso complace o no, Pascual le da la razón, igual que le dan la razón a Alfonso las mujeres y hombres que desde sus distintos grupos de paso, en palabras de Brecht, insisten en que “el arte no es un espejo para reflejar la realidad, sino un martillo para darle forma.”

Quienes lo duden espero que pronto se den cuenta para sumarse a la obra.

(1)http://rebelion.org/noticia.php?id=86660
(2)http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/sastre/sastre.html
(3)http://rebelion.org/noticia.php?id=71900A